El diagnóstico no define a la persona. Estrategias y adaptaciones en discapacidad.
- enredadospsi
- 11 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 dic 2020

¿A qué nos referimos cuando hablamos de Discapacidad?
Primero es necesario destacar que ante todo concepto hablamos de una persona, niño, niña, joven, adulto o adulta. El diagnóstico no define a la persona. Entonces, ¿cuáles son los aspectos que nos diferencian realmente? Nos diferencian nuestros deseos, elecciones y vivencias a lo largo de la vida. Creemos vital poner el foco en las necesidades individuales para crear apoyos necesarios para la inclusión.
A su vez, consideramos importante diferenciar entre lo que significa hacer las cosas de forma impuesta a no poder hacerlas. Si nos centramos en las necesidades y adaptamos nuevas alternativas será posible realizarlo.
Creemos firmemente que es necesario poner la mirada en las necesidades individuales para generar nuevas y diversas estrategias, como también adaptaciones.
Existen tantas alternativas como posibilidades:
• Anticipar las tareas • Ofrecer apoyos necesarios (visuales, sonoros, auditivos, dispositivos, persona intermediaria) • Tener en cuenta intereses/deseos • Incentivar/estimular a la hora de trabajar generando confianza • Reforzar la comunicación: códigos vocales/gestuales/comunicadores • Ofrecer objetos o medios que faciliten el acceso a la autonomía • Implementar la imitación, referentes, ejemplos • Poner en duda acciones, para crear conciencia del error • Sustituir preguntas directas por preguntas con alternativas u opciones • Evitar la sobreprotección • Poner limites
¿Qué hacer cuando aparecen momentos de frustración, enojo, berrinches y/o llanto?
Primero entender que es parte del proceso. Es la forma de manifestar sus emociones. Transitar la frustración necesaria para crecer y avanzar. Por lo tanto, sugerimos ser flexibles y proponer cambiar de ambiente, actividad o propuesta. Acompañar con explicaciones desde la calma, con claridad y firmeza.

TIPS PARA EL HOGAR
- Organizar días y horarios con rutinas, actividades y responsabilidades
- Repartir y designar tareas compartidas - Definir y cambiar de espacios - Realizar propuestas desde la negociación y el intercambio con entusiasmo - Ser flexibles frente a la frustración - Poner límites desde el amor generando oportunidades para generar logros personales
Por último nos resulta importante aclarar que la INCLUSIÓN implica:
- Recibir trato justo de otras personas. Hacer que los productos, las comunicaciones y el ambiente físico puedan ser utilizados por la mayor cantidad de personas posible (diseño universal).
- Modificar procedimientos o sistemas mediante adaptaciones razonables, para permitir que una persona con discapacidad los aproveche al máximo posible.
- Eliminar la creencia de que las personas con discapacidades no están sanas o son menos capaces de hacer cosas.
- No subestimarlos. Pueden hacer cosas por sí solos, por lo que no hay que estar permanentemente ayudándolos en todo.
- No ayudar sin antes proponerlo. Hay que hacer una pregunta directa y de forma natural, esperar la respuesta y si ésta es afirmativa, realizarlo de forma discreta. Sin sobreproteger o incluso presumiendo de hacer esa ayuda.
- Comportarse con naturalidad en las relaciones personales. Esto implica no generar incomodidades en el trato o decir expresiones compasivas.
- No dirigirse a sus acompañantes a no ser que la persona no pueda comunicarse por sí sola.

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